1927-1929: Un Santuario en la Ciudad

Pegando un salto en el tiempo, nos encontramos con que para la década del veinte del siglo pasado, se había difundido mucho entre los porteños la devoción a Nuestra Señora de Luján. No eran pocos los que concurrían con cierta periodicidad a la Basílica Nacional.
Por ese entonces a los actuales barrios de Parque Avellaneda, Flores y Floresta se los agrupaba en uno solo, conocido con la denominación de Vélez Sársfield Sur.
Debido a los numerosos loteos realizados en los años anteriores, y a las facilidades de comunicación que ofrecían las líneas de tranvía que empezaron a llegar a la zona, las quintas de verduras y potreros baldíos habían dejado lugar a un nutrido número de casitas, gracias a lo cual la población del lugar se había incrementado significativamente.
Una gran cantidad de los pobladores lo constituían familias de inmigrantes, todos los cuales se enfrentaban con una dificultad, no había ninguna parroquia en el lugar, las más cercanas eran San José de Flores y Nuestra Señora de la Candelaria, pero teniendo en cuenta que la mayoría de las calles eran de tierra, en los días de lluvia hallaban mucha dificultad para oír misa o participar de las prácticas religiosas.
Fue así que un grupo de vecinos de la zona, encabezados por el señor Juan Delmano, le solicitaron autorización al arzobispado para efectuar la compra de propiedades y terrenos necesarios para levantar una capilla que llevaría el nombre de Nuestra Señora de Luján.
Concedida la autorización, el 1° de abril de 1927 cerraron trato con los propietarios de la casita ubicada en la calle Remedios 3345, entre Pergamino y Azul, y a fines de mayo del mismo año adquirieron un terreno lindero.
Las autoridades eclesiásticas designaron entonces al Reverendo Padre Planche, de la Orden del Santísimo Sacramento como encargado de los cultos de la futura capilla.
Una vez terminada las refacciones de las habitaciones de la casita para adecuarlas al nuevo uso, menos de tres meses después, el 7 de agosto se inauguró y bendijo el nuevo oratorio, celebrando dos misas esa mañana, y a la tarde se comenzó con la enseñanza del catecismo para la primera Comunión.
Al domingo siguiente después de misa de 10 hs se constituyeron dos comisiones pro-templo, la de damas y la de caballeros.
El 1° de enero de 1929, por decisión del Arzobispado de Buenos Aires, el oratorio se elevó a la categoría de parroquia, se nombró cura párroco al Pbro. Ignacio Ratto, fijando los siguientes límites: San Pedrito, Lafuente, el Riachuelo, Escalada, Juan B. Alberdi hasta San Pedrito.

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